“Lone Survivor” no es una película para corazones sensibles. Se trata de una película que lo golpeara una tras otra vez y no le dará tiempo de recuperarse sino durante unos minutos escasos antes de los créditos al final, pero es precisamente el estrangulamiento emocional que transforma esta película en una experiencia poderosa.
El filme “Lone Survivor,” el director Peter Berg, cuenta la historia de la operación Red Wings, y enfoca principalmente la participación de una entidad de cuatro Navy SEALs enviada a las montañas de Afganistán para capturar o eliminar a un jefe talibán. Pero el plan no se desarrolla de la manera prevista y el equipo tiene que luchar por sus La película se esmera en intensificar la tensión antes de lanzarnos en la secuencia de acción principal que es tan palpitante como perturbador. Es una situación incómoda y la película adelanta la idea que la violencia no es ni divertida ni atractiva. Esta acción tiene sus consecuencias y cada bala disparada porta cierto peso, contribuyendo a realzar la brutalidad de escenas implacables. El filme pudiera a veces parecer una película de terror que trata de hacernos sentir cada instante que pasa y el director quiere crear un sentimiento de desespero que pesa tanto sobre los espectadores como sobre los soldados.
Mark Wahlberg es muy convincente en la piel de Marcus Lutrell, uno de los miembros de la unida SEAL enviada en esta misión. El elenco secundario también es admirable, y su logro consiste en mostrar la personalidad y los valores de los soldados guardando siempre el respeto por la cultura militar que gobierna sus pensamientos y acciones. El actor que más se hace destacar es Ben Foster, quien encarna al SEAL Matthew Alexson, cuya rabia es difícilmente controlada. Él tiene una intensidad sombría y su presencia electrificadora se siente con las balas disparadas y que la situación se torna desesperada.
La película se esfuerza por no presentar opiniones de tono político y ni siquiera busca culpar a alguna persona en particular. E incluso si la película no presenta jamás una opinión sobre los conflictos en los cuales estaban involucrados los Estados Unidos durante este período, la brutalidad que él muestra apunta a la idea de que nadie debería estar sometido al dolor que vivieron estos soldados. Lo que sí está claro, es la voluntad de los soldados para dejar todo atrás y de servir sus países de la manera que mejor saben hacerlo. “Lone Survivor” quiere honrar al soldado, pero no busca glorificar la guerra.
“Lone Survivor” está en su mejor momento cuando peor hace sentirnos. Los soldados son tratados con el honor que merecen al mostrar el espantoso terror que es la guerra y aunque la película pierde energía en el tercer acto, vale de todas maneras la pena de ser vista para mejor comprender las consecuencias de la guerra y el costo que tiene sobre las personas que están en el frente de las guerras.