Transformar a “Jack y las habichuelas mágicas” en una película de fantasía épica como “Lord of the Rings” conjura imágenes de un cómico sketch pero en “Jack el cazagigantes” el director Bryan Singer (X-Men, Superman Returns) logra balancear perfectamente el gran cine de acción con ese aspecto caprichoso y pulcro que encontraríamos en una aventura de Errol Flynn. La película permanece fiel a su origen en los cuentos de hadas: los personajes son de poca envergadura, los villanos resultan ser unos imbéciles y cada acción se realiza de la manera más grande, segura y pintoresca posible. El tono resulta mucho más ligero que el de “Lord of the Rings”, pero sépase que esto no es una crítica. “Jack el cazagigantes” sigue su camino con un paso ligero, convirtiéndolo en una película fantasiosa por excelencia para colmar tanto a los amantes del género como también a sus hijos.
“Jack” (la película) atraviesa sus más serios obstáculos en los primeros diez minutos que giran en torno al recuento de la historia de la raza humana con los gigantes. Durante este fastidioso segmento también nos es presentado Jack (Nicholas Hoult), un agricultor cuyo sueño de vivir la vida aventurera de un soldado impide su capacidad para hacer las cosas correctamente. La princesa de su reino, Isabel (Eleanor Tomlinson), sufre de esta misma imposibilidad de escapar de su destino. Cuando ella termina por fugarse en un último esfuerzo por evadir de su prometido Roderick (Stanley Tucci), la princesa se refugia en la granja de Jack. La química entre ellos es inmediata pero la noche lluviosa que comparten es bruscamente interrumpida por las habichuelas mágicas mal colocadas que germinaron produciendo un tallo que atraviesa el techo de la casa de Jack. Jack mira en asombro mientras que su casa con Isabel adentro desaparece entre las nubes. El rey y su ejército se lanzan a la acción para salvar a la princesa, y la nueva relación de Jack con Isabel lo motivan a unirse al equipo.
“Jack el cazagigantes” con su largo tiempo de montaje resulta frívolo tanto en el guión y la ejecución entorpeciendo aquellos elementos que son el verdadero placer de la película. Jack forma equipo con un caballero de alto rango, Elmont (Ewan McGregor), y el consejero del rey, Roderick — que esconde una relación secreta con los gigantes — para escalar el tallo y encontrar a Isabel. Bryan Singer es un as en el montaje de escenas de acción eficaces para convertir la escalada del tallo, aunque se trate solamente de efectos computarizados, provocando entre los espectadores una sensación de vértigo convincente.
“Jack el cazagigantes”” cierra la acción con una batalla grandiosa (un trozo de la batalla fue revelada en el tráiler). La película se inspira demasiado en las películas de fantasía de antaño (hay incluso ciertos trozos de la banda sonora que incluso parecen robadas de “Lord of the Rings”) pero con un impacto impresionantemente positivo. El sello de Bryan Singer permanece bien palpable, incluso en las escenas más elaboradas. La escena donde el tallo inmenso es cortado y cae por tierra es realizada con un alto nivel de experticia, mientras que el final guerrero se mueve rápidamente de momentos más pequeños, como aquel que muestra a Elmont y Jack organizando tropas para la batalla hasta las vistas panorámicas llenas de destrucción. Cuando los gigantes atacan los efectos visuales son impresionantes. Bryan Singer siempre sabe traer nuestra atención al lugar indicado, sea un una catapulta de asedio en plena acción, un gigante gemidor o caballeros empujando contra la puerta de entrada del castillo para mantener a los intrusos fuera.
“Jack el cazagigantes” es una película para divertir al gran público construida según las reglas de los cuentos de hadas. No se ponga a juzgar minuciosamente ya que no sería justo, pero desde el punto de vista de un gigante — o desde lo alto del tallo de la planta de habichuelas si eres un humano fastidioso la película ofrece un rato magnifico de diversión.