Hay ciertas películas que son tan espantosamente malas que uno se tiene que preguntar si las estrellas involucradas fueron chantajeadas. Resulta difícil creer que “Parental Guidance” sea la obra de alguien, al igual que también resulta difícil creer que Bette Midler y Billy Crystal puedan formar una pareja o que Marisa Tomei pueda ser la hija de ambos. Se entiende que se trata de una película nula desde el momento en que el guión predica bromas que tienen que ver con Facebook, el juego Angry Birds y palabras de búsqueda. Eso lo entendemos. Un hombre llamado Artie (Billy Crystal) es despedido de su trabajo como comentador de ligas menores de beisbol simplemente porque ser viejo. El es lo que llamarían madera muerta. Lo que es también el caso de la película donde figura como estrella.
Artie y su esposa Diane (Bette Midler) ven muy poco a su hija Alice (Marisa Tomei) y su familia, principalmente porque Artie es un imbécil egocéntrico que rechaza el estilo de vida de su hija e hijo político. Nadie sale ileso; los guionistas Lisa Addario y Joe Syracuse no pierden ni una oportunidad para burlarse de Alice y de su marido Phil (Tom Everett Scott) y de su vida automatizada que gira alrededor del tofu y la ausencia de azúcar, mientras que Artie se ve sometido a cuantiosas humillaciones escatológicas y golpes testiculares. La única persona que logra salir bien parada de todo esto es Bette Midler, en la piel de una otrora meteoróloga picarona que suena con tener una relación estrecha con su hija y su nieta.
Quienes vayan a ver Parental Guidance con la esperanza de encontrar un poco del humor y de la inteligencia que Bette Midler y Marisa Tomei supieron transmitir en previas interpretaciones cinematográficas se sentirán amargamente defraudados. Evidentemente una película para toda la familia no es el lugar más indicado para mostrar el lado vulgar de Bette Midler — no olvidemos que ella inicio su carrera en las saunas del mundo gay — pero ella había tenido mucho éxito también en películas familiares como "Hocus Pocus". Sin embargo, ella sabe manejarse para darle una buena pelea a lo trivial de su papel, y Billy Crystal y ella comparten una escena muy enternecedora en la cual interpretan un pequeño número acompañados por la canción “Who Wrote the Book of Love?”. Marisa Tomei aporta un toque de calor a su papel, y ella muestra una conexión tierna pero algo desabrida con Everett Scott; cuyo juego intimo que consiste en jugar a que él es una estrella de rock británico llamado Nigel y que ella es una “groupie” devota es uno de los detalles más coloridos de la pareja.
No hay nada que nos haga creer que estas personas se interesan los unos por los otros, ni que nos haga creer que deberían. Diana acusa a Artie de hacer que todo gire alrededor de él, pero en el fondo, toda la película da vueltas alrededor de él y de su curva de aprendizaje, lo cual es demasiado pedir de un idiota. Ningún actor tiene realmente la oportunidad de mostrar lo que realmente es capaz de hacer. No hay prácticamente nada que pueda agradar en “Parental Guidance”. Más vale ver la cadena de televisión que transmite la imagen de un fuego en la chimenea durante 12 horas que de pasar un sólo minuto con esas personas. La vida es demasiado corta.