La nueva versión “Total Recall” no logra salir de la sombra de la película original que contaba con Arnold Schwarzenegger como actor estelar y extrañamente, uno se siente inclinado a pensar que esto se hizo expresamente. Con un guión que copia paso por paso de forma casi idéntica a la versión anterior de “Total Recall”, la intriga esta vez se mueve a paso lento pero los efectos especiales que le da vida a un mundo de ciencia ficción expansiva y las escenas de acción espectaculares que lo motivarán. Para llenar los espacios vacios de esta película fragmentada encontramos frente a nosotros una historia que difícilmente podrá descifrar. Nuestra recomendación sería que si no ha visto la versión de “Total Recall” de Paul Verhoeven que se estrenó en el año 1990, pues busque quien le haga unos implantes de memoria.
Colin Farrell toma el relevo a las responsabilidades antes en manos de Arnold Schwarzenegger para encarnar a Douglas Quaid, un obrero sin suerte que sueña con escapar de su vida rutinaria con la ayuda Rekall, una empresa que comercializa un producto ingenioso: falsos recuerdos. Douglas Quaid, habitante de La Colonia (uno de dos sectores habitables de la Tierra) pero su sueño es de mudarse a la Nueva Federación Británica, una metrópolis impecable del otro lado del planeta. Cuando el tratamiento de implantación de recuerdos toma un giro inesperado – debido a recuerdos pre-existentes nuestro héroe comienza a recordar eventos de lo que se supone fue una vida previa en la cual él era un agente secreto, Douglas Quaid emerge de Rekall con poderes mortales insospechables debido a su forma de ser tranquila y pacífica. Douglas Quaid se convierte en un hombre perseguido que debe esquivar soldados, robots y su esposa asesina Lori (Kate Beckinsale) sobre sus talones. “Total Recall” se convierte en una larga persecución cuando Douglas Quaid descubre el misterio detrás de sus recuerdos borrados.
Pero en cuanto a las explicaciones y la ciencia ficción exhilarante “Total Recall” se queda corta. Colin Farrell no es un actor musculoso de acción como Schwarzenegger, pero sí es un actor que sabe explorar más profundamente en las situaciones de crisis humana sean estas pequeñas o grandes. El director Len Wiseman (“Underworld”, “Live Free or Die Hard”) ni siquiera brinda a la estrella una oportunidad para destacarse. Colin Farrell da lo máximo de si en las pocas escenas de acción algo retorcidas de «Recall» qui hacen pensar a un juego de video con puñetazos, estrepitosos choques entre vehículos y persecuciones a pie. Cuando Jessica Biel, como Melina, antiguo interés de amor de Quaid, y Bryan Cranston (Breaking Bad), el político ávido de poder, se unen a la trama ya es demasiado tarde ya que la película no tiene sentido alguno y tampoco alcanzará a encontrar la forma de darle sentido pese al todo el encanto que se materializa en la pantalla. BR>
La acción es pulida y la decoración futurista es impecable, pero esta producción no apuesta a ganar; el resultado es que “Total Recall” tiene más elementos en común con una demonstración de la cadena televisiva HDTV que con una súper producción apasionante. La mayor innovación que vemos en esta película es el elemento central escénico “The Fall," que es un ascensor que realiza la trayectoria entre dos ciudades a una velocidad ultra rápida asombradora. Esta construcción es una verdadera maravilla humana pero los espectadores no podrán disfrutar mucho de ella ya que no podrán verla más de cerca, ni explorarla ni conocer su impacto sobre el este mundo. Se escogió más bien colocar esta estructura en segundo plano creada con imágenes computarizadas para las escenas donde Colin Farrell dispara sobre el enemigo para escapar.
La ciencia ficción exige una atención al detalle que no se ve en otras variantes de géneros dramáticos. Resulta imposible crear nuevos mundos trazados con grandes líneas. Y sin embargo “Total Recall” intenta salirse con la suya con la esperanza de que el público recuerde los eventos de la versión original ya la lógica no es algo que se tomó en cuenta en la nueva versión. El público tendrá que regresar a esa versión del año 1990 para comprender. Pero no se aflija porque cuando llegue a los créditos al final de la película se le hará difícil recordar los que vio durante las últimas dos horas.